🌀 El Tiempo entre la Consulta y el Resultado: El Verdadero Viaje Interior
En el camino de la Bioexistencia Consciente, muchas veces comenzamos un ciclo de consultas con un deseo claro: resolver un síntoma, sanar un vínculo, destrabar la economía o simplemente sentirnos mejor. Y es natural esperar un cambio visible, tangible, rápido.
Pero hay algo que ocurre en silencio, en lo profundo de nuestra biología y de nuestro campo perceptivo: las estructuras internas comienzan a reordenarse antes de que el afuera lo refleje.
Ese tiempo que parece “vacío” o “sin resultados” es, en realidad, un espacio fértil donde se están generando las verdaderas bases del cambio.
Se reacomodan memorias, se suavizan defensas, se resignifican historias. El cuerpo se afloja. La percepción se amplía. La identidad empieza a mutar.
El viaje de cada consulta va desintoxicando la biología, y esa energía que estaba estancada, tóxica, atrapada en circuitos de repetición, se transforma en el combustible de la voluntad, para seguir.
Y desde ese nuevo nivel energético, ya no nos movemos por urgencia o necesidad, sino por sentido y coherencia.
El resultado visible tarda porque no estamos solo cambiando un síntoma, estamos reconfigurando la raíz que lo sostenía.
Ese tiempo, que a veces desespera, colapsa cuando la coherencia se vuelve estable. Y ahí es donde el resultado externo aparece —no como algo que forzamos, sino como algo que simplemente sucede, porque ya lo somos.
Lo que aprendemos a lo largo de cada consulta es a habitar ese tiempo con presencia, con entrega, con observación honesta.
Porque el viaje mismo de cada consulta es el que nos da la paz para continuar.
No es esperar para ver si algo pasa.
Es permitirnos atravesar lo que ya está pasando en lo profundo, con la certeza de que la biología no miente y la vida responde en su momento justo.

Gracias por ayudarme en este camino de transformación personal ❤️
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