El inicio es adentro

Desde adentro hacia afuera. Para que cualquier proyecto comience a concretarse, es fundamental el autoconocimiento de nuestro modelo de pensamiento y de las creencias profundas que lo sustentan. Hoy en día, se entiende que lo que nos rodea—las circunstancias sociales, de salud e incluso económicas—depende en gran medida de nuestro modelo de pensamientos y de ese núcleo más profundo que son las creencias.

Por lo tanto, lo primero que debemos hacer es identificar qué tipo de creencias quiero y debo transformar para alinear todo en la misma frecuencia, junto con los pasos materiales del proyecto. Si no abordamos ese núcleo, los esfuerzos en los planes de los proyectos consumen mucha energía de manera no óptima, generando desgastes evitables. Al ordenar nuestros sistemas internos, optimizamos el uso de nuestra energía al momento de plasmar los proyectos.

Finalmente, el compromiso con la acción es el 20% final. No basta con entender y transformar nuestras creencias; debemos llevar ese conocimiento a la práctica. Establecer metas claras y alcanzables nos ayuda a mantenernos enfocados y a medir - sin medir - nuestro progreso. Cada micro paso que damos hacia la materialización de nuestros proyectos es un reflejo de nuestro crecimiento interno. Si sigo viendo los mismos comportamientos afuera - en las personas, cercanas y no tanto, o en el "tránsito vehicular, por ejem",  indica que mi cambio todavía está en proceso, y ahí viene el momento de apoyarme en alguna tecnología (taichi, yoga) para sostener la transformación querida.

En resumen, el proceso de iniciar desde adentro implica una combinación de autoobservación, meditación, autoaceptación, relaciones significativas y acción comprometida. Al integrar estos elementos, no solo nos transformamos a nosotros mismos, sino que también creamos un impacto positivo en nuestro entorno y en las personas que nos rodean. La verdadera esencia del cambio radica en reconocer que el poder para transformar nuestras vidas reside en nosotros mismos. Gracias.